adoptan muchas formas diferentes, pero generalmente son el resultado de la coalescencia de la acumulación de la placa bacteriana en la encía y los dientes, combinados con factores geneticos, mecanismos inmunoinflamatorios y otros factores de riesgo que pueden conducir a la destrucción del hueso de soporte alrededor de los dientes naturales.
Sin tratamiento, estas enfermedades pueden conducir a la pérdida de hueso alveolar y la pérdida de dientes. A partir de 2017, estas siguen siendo una de las principales causas de pérdida de dientes en los adultos. El cepillado y el uso del hilo dental a diario son una forma de ayudar a prevenir las enfermedades periodontales.
Un implante dental es un componente quirúrgico que se conecta con el hueso de la mandíbula o el maxillar para reemplazar un diente perdido, apoyar una prótesis dental o para actuar como un anclaje ortodóntico.
La base para los implantes dentales modernos es un proceso biológico llamado oseointegración, en el que materiales como el titanio forman un enlace íntimo con el hueso.
El raspado y alizado radicular también conocido como terapia periodontal convencional o limpieza profunda, es un procedimiento que consiste en la extracción de la placa dental y el cálculo y luego alisado de las superficies de las raíces, la eliminación de cemento que está impregnada de cálculos, toxinas y microorganismos, que son los agentes etiológicos que causan la inflamación. Lo cual ayuda a establecer un periodonto en remission de esta enfermedad.